Existen ciertas terapias que suelen ser las más socorridas cuando se trata de cuidar la salud mental desde un enfoque psiquiátrico. Una opción es el empleo de fármacos psicoactivos de segunda generación, como lo son los antidepresivos que son inhibidores selectivos de gran eficacia.

De manera complementaria tenemos a la terapia electroconvulsiva, misma que consiste en dar unas cuantas descargas eléctricas directamente en el cerebro con electrodos (el paciente debe ser sedado para ello ya que existen convulsiones muy leves). Es una técnica recomendada para cuadros depresivos graves, apoyándose en analgésicos y relajantes musculares para un menor riesgo.

Por último, pero no menos importante, está la psicoterapia cuyo éxito radica en la relación de confianza que logre establecerse entre el paciente y el psicoterapeuta. Una vez lograda la empatía, se puede ayudar a las personas a identificar la raíz de sus problemas y así contemplar el cómo afrontarlos. Si requiere mayor orientación, contacte al Dr. Héctor Rocha Hernández.